Goofy no puede parar de fumar. Su día comienza cuando enciende el primer cigarrillo, al salir de la cama; el segundo llega al afeitarse; el tercero viene con el desayuno; el cuarto, el quinto y el enésimo, en el trabajo. Pero de repente, cuando tiene en su boca cinco cigarros al mismo tiempo, no puede respirar. Inmediatamente, toma una decisión y grita: "¡Lo dejo!". Igual resolución que la de este personaje en el cortometraje de 1951, No Smoking, tomó la Walt Disney Company, el 25 pasado.
La empresa anunció que prohibiría el acto de fumar en sus films para toda la familia y que lo desalentaría en las otras películas para un público más adulto que producen sus estudios, Miramax y Touchstone.
"Esta actitud es buena para la imagen de Disney, pero la razón primordial es que fumar es un riesgo y no tendríamos que mostrar gente que fuma en las películas ni en la televisión", dijo al diario The New York Times , el CEO de la compañía, Robert Iger.
La decisión fue precursora en Hollywood, pero, sobre todo, oportuna. En junio pasado, el diputado demócrata Edgard J. Markey, que preside el comité de telecomunicaciones, organizó audiencias para tratar los efectos de las imágenes del cine sobre los niños.
Un mes antes, la Motion Pictures Association of America anunció que fumar estaría en el mismo plano que el sexo y la violencia a la hora de evaluar las películas como restringidas para jóvenes.
Lo curioso del asunto es lo que parece un giro en la política "libre de humo" de Disney. En la página Web de la compañía se lee una especie de manifiesto contra el cigarrillo, fechado en octubre de 2004, que relativizaba la presencia del tabaquismo en la pantalla: "En orden de limitar el acto de fumar en las películas, Disney debe considerar el punto de vista creativo de los directores, actores y de las otras personas involucradas en el proceso. ...Buscamos, también respetar esos puntos de vista cuando ese equipo cree honestamente que el acto de fumar es importante para una película".
Semejante cambio en la política se debió, seguramente, a la gran presión que las asociaciones contra el tabaco tienen sobre el negocio del cine.
Hasta Pinocho fuma
Si bien todas las ONG apuntan contra la industria, SmokeScreeners, un programa de la Doc Quit Research and Education Foundation, específicamente lo hace contra el emporio Disney.
Y razones dicen que tienen, sobre todo, en lo que respecta a los films clásicos de la compañía que muestran a los héroes y heroínas fumando: Pinocho, en el film homónimo de 1940; el personaje de Alicia, en Alicia en el País de las maravillas (1951); Peter Pan y los niños perdidos, en Peter Pan (1953); Roger, el dueño de los 101 dálmatas de 1961; Ariel, en La Sirenita (1989), y el genio, en Aladin (1992).
"Estos son protagonistas de películas para todas las audiencias, producidas por un estudio que es sinónimo de «para toda la familia». Como padres no podemos ignorar este problema, porque promueve en nuestros hijos la falsa idea de que fumar es una conducta normal, y no una droga adictiva", se lee en www.smokescreeners.org .
Si esos personajes hubieran sido villanos nada importaría. ¿Acaso alguien se preocupa por la salud de Cruela Devil, que tiene a una extensa boquilla como marca registrada, o la de Garfio que fumaba con un artefacto para dos cigarros, o la del antipático bebe adicto a la nicotina de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
La razón la da al diario Boston Globe , Matthew McKenna, director del departamento de tabaquismo del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos: "Cualquier retrato del uso del tabaco en un contexto positivo o glamoroso incrementa el riesgo de que los chicos fumen".
Según el médico, los adolescentes que están expuestos repetidamente a películas en las que sus personajes fuman tienen una o una y media más de probabilidades de comenzar con el hábito que los chicos que ven menos veces esos films.
El diario The Washington Post citó un estudio de la Universidad de California en el que se muestra que de 216 films producidos por The Walt Disney Company (incluye también a Miramax y Touchstone) entre 1999 y 2006, en 161 se fuma.
Medidas contra el humo
Tantas bombas contra Disney y contra la industria del cine en general hicieron que el compromiso de la compañía también se extendiera a acciones como incluir avisos preventivos en las cajas de las películas en DVD con escenas en las que se fuma. Igual anuncio prometieron incluir en las salas de cine, previamente a la proyección de una película con personajes fumadores.
Anteriormente a las medidas adoptadas por Disney, los estudios advertían a los directores que limitaran las escenas en las que aparecía el cigarrillo. Universal, por ejemplo, en abril pasado, se comprometió a no incluir el acto de fumar en los films destinados a una audiencia juvenil.
Al que parece no preocuparle nada de esto es a Goofy que, en el cortometraje No Smoking (puede verse por YouTube: www.youtube.com/watch?v=gmjjHkxTItE ), no puede más con su abstinencia y recoge de la calle los cigarrillos que los peatones arrojan a medio consumir, pero le es en vano.
Hasta que en un momento, su desesperación es tal que se trepa a un señor y le ruega que le dé un cigarro. Al hombre le da tanta lástima, semejante humillación, que le convida uno.
Con la decisión de Disney de prohibir el cigarrillo en sus películas, cortometrajes como éste que muestra de manera divertida, pero efectiva la dependencia a la nicotina, jamás verán la luz.
Por Carlos Sanzol
Fuente: diario "La Nación"
Más información: www.lanacion.com
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